jueves, 13 de diciembre de 2007

"Un potrillo afrutado"





El Portillo se hizo presente desde Argentina, un vino excepcional.




Era un vino de varietal, uno de mis favoritos Merlot que al combinarlo con una deliciosa comida italiana casera, permitió que sus atributos se hicieran presentes. Un excelente cuerpo, complementado con su color rojo intenso y ciertos toques de violeta eran el antecendente de una gran experiencia.




Lo más sorprendente eran los olores que se deprendían de la copa, eran olores frutales y claramente se percibían las frambuesas, fresas y algo de ciruela y finalmente al probarlo una acidez que combinada con los ravioles de calamar, tuvo como resultado el logro que todo buen sommelier busca "la armonía perfecta".




Un vino que sin duda quedará como un anfitrión de primera para una cena de amigos y un buen pretexto para probarlo nuevamente.




No hay comentarios: